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| 19 de octubre de 2013 Barcelona 1:37 AM |
No creo que deba hacerse una interpretación del eclipse aislando la Luna, de ahí
el título y les explicaré porque. No hay Luna llena sin Sol, y no hay eclipse
de Luna sin Tierra, más aún, todo eso es cierto porque tenemos una visión
terrenal del asunto. Y por demás, es la única que podemos tener, por la Tierra
es nuestra morada dentro del cosmos, nos contiene y nos nutre, eso sí
administrando la energía que proviene del Sol. Digamos que papá va al mercado y
trae los víveres, pero mamá los prepara muy bien para que los podemos consumir.
Ya sé! es un esquema obsoleto, pero esa es nuestra estructura psíquica. En el
mundo arquetipal estas cosas no han cambiado. Aunque comamos una ensalada de productos cultivados en la Tierra, la energía que ella contiene proviene de la captación de energía solar a través de la fotosíntesis.
Entonces, la energía fundamental del momento es la del Sol en Libra,
para eso leer el artículo anterior, y la Luna llena desde Aries abre una
sensibilidad desde ese signo que permite hacer una toma de consciencia de la
importancia de los vínculos sociales en nuestra vida.
Repito lo que leo en el cielo, la proyección de la luz viene desde
Libra, la recepción tiene lugar en Aries. Por favor no confundir, Aries no es
activo, es pasivo! en este momento lo es. Los invito a leer el mensaje celeste tal como se presenta,
para eso somos astrólogos!
Y aquí viene lo bueno, la Tierra tapa la Luna, la oscurece y deja en
completa oscuridad una noche en la cual había oportunidad de acceder al mundo
de los recuerdos y regodearnos en el amor de las personas que nos acompañan.
Eso es el eclipse, por lo menos este eclipse. Se cierra la pantalla en la mitad de la película que refiere los recuerdos del pasado, que problema!
La lectura que hago de este panorama simbólico, es que el sentido
práctico oscurece y deja atrás los amores del pasado, o también, deja atrás los
lazos del pasado. Lo cual no significa que podamos recrear lazos nuevos,
limpios, actuales, vigentes en nuestra red de relaciones y especialmente en las
relaciones con nuestra pareja.
Como verán, en esta interpretación el tema central lo da el Sol, el
Sol en el signo zodiacal del equinoccio de otoño y la experiencia con relación
a ese tema se organiza de acuerdo a la disposición espacial de los cuerpos
celestes entendida en términos simbólicos.
Antonio Polito Di Sabato
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